Recuerdos del pelo largo

El día que Pepe Risi murió estábamos tocando en un festival antitaurino en Aguilar de la Frontera, Córdoba.

No sé muy bien como salió el bolo pero si que me acuerdo que el caché ascendía a pagar el precio de la gasolina y a tener acceso a un garage/local de ensayo para poder dormir. Con esas facilidades no podíamos decir que no.

Iniciamos el viaje como se comenzaban en aquellos años, temprano para evitar el calor (el R11 y el Talbot Horizon no tenían aire acondicionado). Tardamos en llegar más de diez horas embutidos en los vehículos a razón de cinco por coche más el equipo... Recuerdo que nos fuimos parando en todas las ventas de carretera que encontramos para degustar los finos de la zona.

Cuando llegamos al descampado donde se iba a celebrar el festival allí no había ni Dios, solo un escenario de hormigón sin luces, ni amplis, ni gente. No pintaba muy bien la cosa.

Supongo que alguien debió de aparecer porque mi siguiente recuerdo (ciertamente adulterado por la proliferación de alcoholes y otras sustancias espirituosas) me sitúa en unos sofás viejos tocando flamenco con mucha gente a mi alrededor.

Cuando el festival antitaurino empezó (y remarco lo de antitaurino) los grupos fueron tocando y nadie, absolutamente nadie, hacía mención alguna a los toros. Pues uno, que siempre ha sido muy echao pa`lante, se sube al escenario y lo primero que suelta es “¡Los toros ni fiesta ni cultura, tortura!” y me quedo tan ancho.

En ese momento fue creciendo un run run entre el respetable, como ese que se escucha en el Bernabéu cuando algún jugador tiene la osadía de no dar un pase hacia delante; pues en versión cordobesa.

Yo, achispao, me lo tomo como signo claro de aprobación unánime, y pienso “de aquí salimos con las dos orejas” así que vuelvo a la carga con más “Pobre torero tendido ahí en el ruedo...” y el run run se torna en sonoros abucheos. Nos miramos, nunca mejor dicho, desconcertados y alguien de la organización se acerca y nos dice “pisha, que aquí a tol mundo le gustan los toros” a lo que yo le contesto “¿Pero esto no era un concierto antitaurino?”, y va el tipo y me dice “si, era por ponerle un tema pero aquí en Córdoba lo de los toros es intocable”.

Tócate los güevos, a ver cómo seguíamos ahora.

Al final entre un 'No hay tregua' por aquí, un 'Anarkista' por allá y algún ¡El que no bote policía nacional! Salimos por la puerta grande.

¿Qué porque me acuerdo de que ese mismo día murió Pepe Risi? Esa es otra historia.